Javier Quevedo Puchal
Dilatando Mentes
462 pags
En los albores de la guerra civil, en una España convulsa bajo los
innumerables acontecimientos sociales y políticos que se venían produciendo.
Justamente ahí, con todo lo que quedaba por venir y cuyos personajes apenas
llegaban a intuir, sitúa Javier Quevedo Puchal su nueva novela 'Ojos verdes,
negra sombra'.
Una obra en la que el protagonismo recae principalmente en Conchita, una emergente
pero exitosa tonadillera que se ve envuelta en un caso de asesinato que la hace
tener que huir de su Sevilla natal. No son tiempos fáciles para una mujer, y
menos si te ves involucrada en un asunto de este tipo. La huida junto a su
hermano Liberto será difícil pero llegará a buen término en Pobramoura, una
pequeña localidad gallega. Conchita cree que ahí sigue residiendo un viejo
amor, una vieja relación que puede servirles de salvoconducto para continuar su
vida y, con suerte, culminar la huida.
Y aunque esta sea la trama con la que arranca la novela, lo mejor comenzará
precisamente a partir de aquí. Muchas cosas que mencionar y otras tantas con la
que disfrutar.
El libro nos permite ser testigos de una Galicia mágica, siempre a través
de las conversaciones que los personajes de la novela tienen, y cuya
información a su vez suele llegar de cotilleos y habladurías no siempre fiables.
Una región verde, llena de secretos, de leyendas, de meigas, que sufre tanto o
más que otras la inestabilidad y los cambios cuyo eco, aun generándose días
atrás, tardan en solidificar. Una Galicia donde la revolución de 1934 en la
cercana Asturias aun produce resquicios entre la población.
'Ojos verdes, negra sombra' cuenta con un elenco de personajes femenino en
su mayoría. Y esto nos hace situarnos en el eslabón más débil de la sociedad
del ese momento. Mujeres que sufren en sus carnes el envite de los cambios
sociales y económicos, sumados a los del trato que en muchas ocasiones reciben por
parte de sus maridos entre las paredes de sus propias casas. Sus obligaciones,
siempre restringidas dentro del ámbito del hogar, la dedicación a su familia y
los quehaceres de sus cónyuges, hijos e hijas, así como la falta de libertad
para tomar sus propias decisiones marcan todo el relato de la novela desde el momento
en el que la acción se traslada en Pobramoura.
Y por último no puedo olvidar el elemento fantástico. Porque sí, lo hay. Como
se puede leer en el primer capítulo introductorio y que tardaremos un buen rato
de lectura en situar y calibrar su implicación en la historia, el elemento
fantástico está ahí, cuidadosamente enhebrado entre la historia de Conchita y
su hermano. De manera disimulada o evidente, pero siempre interpretable, el
componente está integrado de una manera que suma un aliciente añadido a la
lectura y obliga al lector a buscar hasta qué punto su importancia es real o
simbólica.
Conocí a Javier Quevedo hace unos años, casi cuatro. Fue entonces cuando
tuve la oportunidad de leer y comentar 'El manjar inmundo', una antología de relatos donde
revisitaba varios de los clásicos de la literatura infantil y juvenil más
conocidos añadiéndoles una vertiente macabra y oscura, más próxima en muchos
casos a los orígenes de los relatos edulcorados que conocemos hoy en día. Y,
aunque lo había perdido la pista casi por completo, volver a leer algo suyo ha
sido algo que he disfrutado por completo, aunque el estilo narrativo sea muy
distinto al de aquella.
Un comentario de esta novela no se puede cerrar sin hacer un pequeño repaso
a la edición de la editorial Dilatando Mentes. El texto de la historia se
completa con fotos de época que nos permiten recrear en nuestra mente cómo
serían algunos de los escenarios o situaciones comentados en el texto. También
incluye un relato del propio Javier Quevedo íntimamente relacionado con la
historia principal, así como un ensayo de José Ángel de Dios y una introducción
de Maria Concepción Regueiro. Entre capítulos, resulta agradable encontrarse
con unas láminas de Fernando Villanueva Martín-Consuegra que aportan
ambientación a la lectura de la novela. Todo el conjunto hacen de la edición algo
especial que un par de erratas en el texto no ensombrecen.
'Ojos verdes, negra sombra' es una novela que tras un tenue elemento
fantástico dibuja un retrato costumbrista de una época difícil. La falta, quizá,
de una mayor tensión argumental no es óbice para disfrutar de una apasionante
obra que mezcla tradición con injusticia, tragedia con folclore gallego, una
ambientación muy lograda y unos personajes (sobre todo los femeninos) que
resuenan en nuestra mente.
Comentarios
Publicar un comentario