The Pallbearers Club, de Paul Tremblay

 

THE PALLBEARERS CLUB

Paul Tremblay


Titan Books
320 páginas





Después del sabor de boca agridulce que me dejó la anterior Survivor Song (sin publicar aún en castellano) tenía ganas de leer lo nuevo de Paul Tremblay, autor de la notable Una cabeza llena de fantasmas o la correcta La cabaña de fin del mundo. El resultado ha sido algo decepcionante.


La novela es una memoria, o eso dice ser, de un chaval llamado Art Barbara que forma un club cuyo objetivo es llevar los ataúdes de la gente que fallece y no tiene a nadie para llevarlos hasta su nicho. Sin embargo, esto apenas ocupa las primeras cincuenta páginas del libro. Allí conocerá a algunos personajes un poco raros, pero, sobre todo, se enamorará por completo de Mercy Brown.


La novela es una historia cultural desde los años 80 hasta casi la actualidad, en los que Art pasa de ser un don nadie a integrarse en varias bandas de punk rock de la época. Acostumbrados a las escenas terroríficas que Tremblay describe en otros de sus libros, esta es una novela bastante más ligera, con apenas un par de escenas de terror que, sin embargo, no aportan demasiado al libro. Este es mi mayor problema con esta historia: nunca supe a dónde quería llegar ni encontré atractivo a seguir la lectura hasta el final, aunque finalmente lo hiciese por curiosidad.


El libro está lleno de correcciones que Mercy hace al texto originalmente escrito durante años por Art. Esto nos hace dudar, desde la primera línea, de que si lo que estamos leyendo está ajustado a lo que sucedió en realidad o no. Según la historia que cuenta Art, corregida por Mercy, ella parece ser una vampira. Sin embargo, dadas dichas correcciones, nunca tendremos claro que los eventos que suceden son consecuencia del alcohol ingerido por Art o efectivamente Mercy esconde un secreto que la hace eterna. La novela puede verse como una posible relación entre humano y vampira en una época donde la cultura pop cada vez estaba más presente.


En definitiva, una novela que no recomiendo salvo que seáis completistas del autor. 

Comentarios