LA ÚLTIMA SONRISA EN SUNDER CITY
Luke ArnoldTraducción de Federico Cristante*Esta reseña se ha escrito a partir de la versión inglesa de la novela. Es posible que algunos términos o nombres no concuerden con los de la traducción al castellano.*
Gamon
288 páginas
La llegada de una nueva editorial al panorama fantástico en castellano
siempre es una buena noticia. Gamon es el nombre del sello dentro de Trini
Vergara Ediciones que desde este comienzo de 2021 va a publicar en nuestro
idioma una serie de novelas de corte fantástico con la particularidad de que,
hasta el momento, todas son primeras parte de sagas. Una de las primeras en
llegar es La Última Sonrisa en Sunder
City de Luke Arnold.
Reconozco que en el momento que compré el libro el nombre de Luke Arnold no
me sonaba de nada. La sorpresa fue cuando echando ojo a la biografía del autor
descubrí que Arnold es un actor australiano conocido principalmente por dar
vida al pirata Long John Silver en la serie Black
Sails. En el pasado año 2020 el actor ha aumentado su currículo con la
publicación en inglés de la novela que ahora nos llega traducida y de su
segunda entrega, Dead Man in a Ditch (Hombre Muerto en una Zanja es la
traducción confirmada de esta continuación). A falta de leer esta segunda
parte, cosa que haré dentro de no mucho, lo cierto es que la obra de Arnold no
desmerece para nada en comparación con otras historias de fantasía urbana
conocidas por todos.
La Última Sonrisa en Sunder
City nos lleva a un mundo
fantástico donde la magia es cosa del pasado. Los humanos consiguieron, mediante
un evento llamado Coda, acabar con la magia que sustentaba al ilimitado número
de seres mágicos que habitaban este mundo. Sin embargo, una vez perdida la
magia ¿qué sucede con todos estos hombres lobo, goblins, orcos, dragones,
elfos, enanos, etc. que lo habitan? Todos estos seres tienen que enfrentarse a
un mundo humano donde deberán malvivir en las calles de las ciudades o buscarse
un trabajo con el que ganar un dinero y poder adaptarse a la vida humana
cotidiana. Algunos de estos seres nunca serán capaces de adecuarse a un nuevo
modelo de vida alejado de sus poderes mágicos previos. Otros sufrirán
discapacidades físicas a consecuencia de la falta de magia. ¿Qué va a ser de
los elfos si envejecen al mismo ritmo que los humanos?
En este contexto nos centramos en Fetch Phillips. Un humano investigador a
sueldo quien en primera persona nos va contando cómo es Sunder City, la ciudad
donde tienen lugar la mayoría de eventos situados en el presente de la historia.
Estos sucesos se alternan con narraciones de lo ocurrido tiempo atrás y que
llevaron a Phillips a ser el tipo de persona que es además de permitirnos ver
cómo era un mundo lleno de magia y donde los humanos no tenían en el poder que
ostentan en la actualidad.
Fetch Phillips es el clásico hombre a sueldo en una mediocre oficina que al
inicio de la novela recibe la llamada del director de uno de los colegios de
Sunder City: uno de los profesores lleva una semana sin dar señales de vida.
Edmund Albert Rye es un profesor vampiro de unos trescientos años que, según
dicen, se ha adaptado bastante bien al nuevo mundo post-Coda. Sin embargo, los
vampiros han sido uno de los seres más afectados por la falta de magia y la
aparición de otros vampiros muertos complica el caso.
Sin duda el gran punto fuerte para mí de La Última Sonrisa en Sunder City es el mundo que se presenta. Con
una mezcla entre género negro de suburbios y gánsteres de medio pelo con unas
divertidísimas descripciones de cómo la desaparición de la magia ha ido
impactando en los seres que habitan Sunder City, la novela se mueve en un muy
entretenido plano a medio camino entre la fantasía urbana de, por ejemplo, Ben
Aaronovitch o el sarcasmo e ironía de Terry Pratchett. Los lectores en
castellano también encontraran detalles, sobre todo los relacionados con la aparición
de todo tipo de seres y la interactuación de ellos con el protagonista, que recuerdan
a la saga de Parabellum de Sergio S. Morán.
Por otro lado se encuentra la trama y personaje principal. Seguramente ser
una primera novela de longitud limitada de una saga hace que esta tenga que ser
necesariamente introductoria. Presentación de mundo, personaje y trama no
demasiado compleja para facilitar familiarizarse. Pero, en este sentido, la obra no
presenta novedades significativas con cualquier otra serie del género. Fetch
Phillips es un personaje sarcástico y con pocas ganas de acción, que cuenta
todo lo que ve de manera jocosa, pero no deja de ser algo que ya hemos visto
anteriormente. De la misma manera, la ciudad debería ser un lugar clave de la
historia con la que, personalmente, no he llegado a conectar por completo en
este volumen.
La mejor noticia, en este caso y desde un punto de vista personal, es que La Última Sonrisa en Sunder City tiene
más de construcción y presentación de mundo que de trama principal. El libro es
un muy divertido pasapáginas que ejerce de introducción a una saga de fantasía
urbana cuyo segundo tomo no tardaré en leer esperando que, ahora que las piezas
están colocadas, Arnold de rienda suelta a todas las posibilidades que Sunder
City y otras ciudades del entorno puedan dar.
288 páginas
La llegada de una nueva editorial al panorama fantástico en castellano
siempre es una buena noticia. Gamon es el nombre del sello dentro de Trini
Vergara Ediciones que desde este comienzo de 2021 va a publicar en nuestro
idioma una serie de novelas de corte fantástico con la particularidad de que,
hasta el momento, todas son primeras parte de sagas. Una de las primeras en
llegar es La Última Sonrisa en Sunder
City de Luke Arnold.
Reconozco que en el momento que compré el libro el nombre de Luke Arnold no
me sonaba de nada. La sorpresa fue cuando echando ojo a la biografía del autor
descubrí que Arnold es un actor australiano conocido principalmente por dar
vida al pirata Long John Silver en la serie Black
Sails. En el pasado año 2020 el actor ha aumentado su currículo con la
publicación en inglés de la novela que ahora nos llega traducida y de su
segunda entrega, Dead Man in a Ditch (Hombre Muerto en una Zanja es la
traducción confirmada de esta continuación). A falta de leer esta segunda
parte, cosa que haré dentro de no mucho, lo cierto es que la obra de Arnold no
desmerece para nada en comparación con otras historias de fantasía urbana
conocidas por todos.
En este contexto nos centramos en Fetch Phillips. Un humano investigador a
sueldo quien en primera persona nos va contando cómo es Sunder City, la ciudad
donde tienen lugar la mayoría de eventos situados en el presente de la historia.
Estos sucesos se alternan con narraciones de lo ocurrido tiempo atrás y que
llevaron a Phillips a ser el tipo de persona que es además de permitirnos ver
cómo era un mundo lleno de magia y donde los humanos no tenían en el poder que
ostentan en la actualidad.
Fetch Phillips es el clásico hombre a sueldo en una mediocre oficina que al
inicio de la novela recibe la llamada del director de uno de los colegios de
Sunder City: uno de los profesores lleva una semana sin dar señales de vida.
Edmund Albert Rye es un profesor vampiro de unos trescientos años que, según
dicen, se ha adaptado bastante bien al nuevo mundo post-Coda. Sin embargo, los
vampiros han sido uno de los seres más afectados por la falta de magia y la
aparición de otros vampiros muertos complica el caso.
Sin duda el gran punto fuerte para mí de La Última Sonrisa en Sunder City es el mundo que se presenta. Con
una mezcla entre género negro de suburbios y gánsteres de medio pelo con unas
divertidísimas descripciones de cómo la desaparición de la magia ha ido
impactando en los seres que habitan Sunder City, la novela se mueve en un muy
entretenido plano a medio camino entre la fantasía urbana de, por ejemplo, Ben
Aaronovitch o el sarcasmo e ironía de Terry Pratchett. Los lectores en
castellano también encontraran detalles, sobre todo los relacionados con la aparición
de todo tipo de seres y la interactuación de ellos con el protagonista, que recuerdan
a la saga de Parabellum de Sergio S. Morán.
La mejor noticia, en este caso y desde un punto de vista personal, es que La Última Sonrisa en Sunder City tiene más de construcción y presentación de mundo que de trama principal. El libro es un muy divertido pasapáginas que ejerce de introducción a una saga de fantasía urbana cuyo segundo tomo no tardaré en leer esperando que, ahora que las piezas están colocadas, Arnold de rienda suelta a todas las posibilidades que Sunder City y otras ciudades del entorno puedan dar.
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