'Bridge 108', de Anne Charnock




BRIDGE 108
Anne Charnock
47 North
204 páginas





Los premios Arthur C. Clarke se suelen caracterizar por una selección de novelas nominadas y premiadas bastante diferente a las del resto de los galardones más conocidos y populares, ya sean el Hugo, los Nebula o los Locus. Anne Charnock, autora de Dreams before the start of time fue la premiada del pasado año 2018, algo que me permitió conocerla tanto en lo literario como en lo personal y, de esa manera, acercarme a una obra que desconocía por completo hasta entonces.

No es Dreams before the start of time precisamente una obra que recomendase. Se me hizo algo anodina y aburrida, a pesar de meterse en un tema a priori potente como es el de especular sobre cómo serán las familias en un futuro, cuando a nadie por fin le importe especialmente si tienes dos padres, dos madres, si provienes una familia monoparental, tu hijo o hija es adoptado o generado por métodos científicos, etc. Sin embargo, no terminé de conectar con aquella historia y decidí dar otra oportunidad a Charnock mas adelante. Ese momento ha llegado.

Bridge 108 es la nueva novela de la autora que llega nuevamente de la mano de la editorial de fantasía y ciencia ficción de Amazon, 47 North. Charnock, al igual que con su anterior obra, vuelve a llevarnos a un futuro, no demasiado lejano, aunque distópico en este caso, en el que el cambio climático que ha provocado sequias e incendios ha obligado a la población de los países del sur de Europa a buscar refugio en latitudes más altas. Caleb, un joven español, huye de España junto a sus padres en busca de un lugar donde sobrevivir trabajando y con ello ganar lo suficiente para poder alimentarse de una manera decente. El hecho de que su origen sea español me resultaba obviamente atractivo. Sin embargo, este dato resulta irrelevante en la novela y desafortunadamente no es aprovechado de manera significativa.

Al igual que en el mundo actual, los refugiados se ven sometidos a numerosas mafias que buscan hacer negocio mediante el tráfico de personas y la trata de niños. Caleb termina en un enclave en las afueras de Manchester en un Reino Unido post-brexit donde los inmigrantes son tratados como ciudadanos de segunda y donde las redadas en busca de ilegales son continuas. La novela sitúa en un futuro cercano un problema de plena actualidad para los países del sur de Europa, haciendo que personas que durante un momento de su vida pensaron que jamás tendrían que emigrar se vean forzadas a abandonar su tierra y buscarse el jornal en cualquier campo o ciudad del norte de Europa. Las similitudes con lo que muchas de las personas se enfrentan en su día a día en nuestro mundo actual resulta sobrecogedor y desgraciadamente real.

La novela se centra en el joven Caleb y sus desventuras por Reino Unido una vez decide escapar del enclave de Manchester. A la hora de retratar cómo es esta nueva situación social del país, así como ven el resto de personajes al protagonista, Charnock alterna capítulos contados en primera persona por el propio Caleb con otro contados por los diferentes personajes con los que va interactuando: la mujer que lo contrata para trabajar en un taller clandestino de ropa a cambio de comida, el traficante de personas que lo lleva hasta Manchester o un agente de inmigración encubierto en uno de los campos donde Caleb acaba trabajando en cierto momento. Cada personaje tiene su propia voz claramente marcada y todos utilizan a Caleb para su propio beneficio mientras que el adolescente, en una montaña rusa de emociones que mezclan momentos donde pretende ser un chaval valiente con otros donde la capa de valentía da paso a la duda e incertidumbre propias de un adolescente marcado por la brusca desaparición de sus dos padres durante el viaje de huida de España.

Al igual que con su anterior novela, Bridge 108 no es una obra con una estructura de inicio, nudo y desenlace claramente definida. En este caso, la novela nos presenta las aventuras de Caleb tan frías y crudas como son y los picos de tensión de distribuyen a lo largo de la novela de manera equilibrada mostrando que la vida en este Reino Unido no es fácil y la tensión, incluso para los locales, es continua. El final tampoco es un final al uso que de fin a las situaciones por las que pasa Caleb. En cambio, resulta una conclusión evocativa, llena de significado y que permite interpretaciones por parte de cada lector. Y es que, muchas veces, es mejor lo malo conocido que lo teóricamente bueno por conocer.

Aunque Bridge 108 se sitúa en el mismo mundo que se presentaba en la primera novela de la autora, A Calculated Life, y que esta obra expande lo publicado en la novela corta posterior The Enclave, tengo que decir que esto no es importante para la plena comprensión de esta novela. No he leído ninguna de las obras en las que se basaba (y, de hecho, no sabía que provenía de otra historia hasta que revise otros comentarios después de leer el libro) y en ningún momento he sentido que me estuviera perdiendo algo. Creo que es un detalle interesante en caso de que alguien encontrara esta referencia y por ello no se acercara a Bridge 108.

Por si quedaba alguna duda, Bridge 108 me ha resultado una novela más sólida e interesante de lo que pude encontrar en mi anterior experiencia con Anne Charnock en Dreams before the start of time. Me ha faltado encontrar algún componente que lo hiciera destacar sobre las innumerables obras distópicas que estamos teniendo la oportunidad de leer en los últimos tiempos, pero las aventuras de Caleb por tierras inglesas y los efectos que un cambio climático extremo provocan en la población europea me han resultado lo suficientemente interesantes como para leer la novela en unas pocas sentadas.

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