Entrevista: Tony Jiménez ("El que se esconde")

Una de las voces del terror que han surgido con mas fuerza dentro del panorama nacional en los últimos tres o cuatro años ha sido la de Tony Jiménez. No solo con sus claros homenajes al maestro Stephen King, sino con obras diferentes como la que nos ocupa, Tony ha logrado hacerse un hueco en un terreno tan complicado.

En Calles de Tinta estamos preparando una reseña de "El que se esconde", su última novela, pero antes hemos querido ponernos en contacto con él para que nos cuente sus impresiones sobre el desarrollo, lanzamiento y sus futuros planes. 


Primero de todo, Tony, enhorabuena por “El que se esconde” y gracias por sacar un rato para contestarnos unas preguntas. ¡Muchas gracias!
Las gracias te las doy yo a ti por invitarme a "Calles de Tinta", un rinconcito de Internet que sabes que me encanta y que sigo con fidelidad espartana. Es todo un honor que me entrevistes, de verdad. Y muchas gracias por tus palabras hacia "El que se esconde". Me alegra que la hayas disfrutado tanto. ¡Así da gusto escribir!

“El que se esconde” es una novela catalogada, con relativo acierto, como una obra de fantasmas, aunque aquí los hay tanto reales como muy humanos en el interior de cada uno. Preséntanos, en tus propias palabras, cual es el argumento de la novela y si estás de acuerdo con esta catalogación.
Sí que estoy muy acuerdo con esa catalogación. Cuando acabé "Tormenta Sangrienta" se me presentaron muchas ganas de varias ideas que tenía sobre la mesa para mis siguientes novelas, pero ésta, la de "El que se esconde", fue empujada por Almu CJ, mi alma gemela y portadista del libro, y Jorge Herrero, gran amigo y lector fiel. Ambos, tras su visita al Chapel, me alentaron a realizar una historia de terror psicológico, con espíritus de por medio, y el resultado, para bien o para mal, es "El que se esconde", donde dejo un poco de lado esa mezcla de terror psicológico y terror físico que tenían "Cinco tumbas sin lápida", "Batalla por Chicago" y "Tormenta Sangrienta".

El argumento de la novela, en líneas generales, nos presenta por un lado a los Siete Pasajeros, un grupo de personas afectadas en el pasado por terribles sucesos sobrenaturales, una especie de Alcohólicos Anónimos para gente traumatizada por lo paranormal. Aunque todos parecen ser capaces de avanzar en sus vidas, pronto se verán obligados a enfrentarse a sus demonios personales cuando aparezca cierta caja. Por otro lado, tenemos a Patrick Rafferty, un periodista que trabaja en una revista sensacionalista y que descubre a los Siete Pasajeros, quienes podrían convertirse en la noticia que necesita para volver a saborear el éxito de otro tiempo. No puedo contaros más... o tendría que regalaros una misteriosa caja.


 El misterio de “El que se esconde” se encuentra en una caja de cartón aparentemente inofensiva. Sin embargo, hasta su aparición, la novela tiene un amplísimo elenco de protagonistas en el que se sustenta la historia. ¿Fue difícil equilibrar las apariciones de cada uno de todos estos personajes de manera que ninguno pareciera al lector protagonista de la obra?
Es muy complicado, aunque con "Tormenta Sangrienta" se hizo más difícil. En ésta, no había un protagonista claro, sino todo un juego con el lector para que no supiera quién sobreviviría y quien no, era más bien un reparto coral. En "El que se esconde" los protagonistas son Danielle Donahue y Patrick Rafferty, a pesar de que el resto de los Siete Pasajeros, y algún que otro personaje secundario que no mencionaré, lo parezcan y estén muy cerca de serlo. En este caso, sí que fue complicado equilibrar las apariciones de los personajes para que no sólo no quitasen protagonismo a los mencionados, sino para que todos tuvieran su importancia en una historia que los pide a todos a gritos. Cuesta mucho trabajo que todo fluya alrededor de cada personaje hasta el punto de que el lector no opine que algunos sobran o no tienen importancia en la trama. Eso sí, lo de "El que se esconde" ha sido un paseo por el campo comparado con lo de "Tormenta Sangrienta" en este aspecto.

Esto es una clara diferencia con mi anterior lectura tuya, “Cinco tumbas sin lápida”, donde el protagonismo recaía en un puñado de personajes únicamente. ¿Quiere Tony Jiménez seguir la senda de novelas corales, llenas de personajes con identidad propia?
Lo cierto es que me amoldo a lo que la historia pide. Por ejemplo, ahora mismo, mientras escribo estas líneas, estoy terminando "El Hombre Lobo vs. el monstruo de Frankenstein: Guerra en Los Ángeles", secuela de "Drácula vs. la Momia: Batalla por Chicago", y los protagonistas son claramente dos, Jessica Kramer y Samuel Parker, así que he pasado un poco de los repartos corales de las dos anteriores a un protagonismo más concentrado. La siguiente novela con Dilatando Mentes, de la que no puedo adelantar demasiado, también tendrá un protagonismo de muy, muy pocos personajes. Todo tiene que ver con lo que la historia solicite, porque también es agotador trabajar con repartos tan enormes de personajes. Esta vez ha dado la casualidad de que el plantel de protagonistas de "El que se esconde" es bastante grande como en "Tormenta Sangrienta", pero ha sido simple casualidad, lo juro, je, je, je. Igual pasa bastante tiempo hasta que haga otra novela similar en este aspecto.

Me llama la atención de esta nueva obra tuya la amplia variedad de sucesos paranormales que aparecen en sus páginas y que traumatizan a los protagonistas. Supongo que esto te llevaría una gran cantidad de documentación ¿Es así? ¿Cómo fue la investigación hasta dar con tantos y tantos ejemplos de sucesos de esta índole?
Mucha documentación extra, además de la que ya tenía. Como buen fan de terror en todas sus facetas, me he pasado toda mi vida recopilando sucesos paranormales de películas, novelas, cómics, videojuegos... y de revistas como en la que trabaja Patrick Rafferty. Soy muy fan de "Más allá", "Año Cero" y "Enigmas", las tres principales publicaciones mensuales en nuestro país de temática sobrenatural, así que la documentación, afortunadamente, ya la traía de serie. Eso sí, muchas escenas estaban más que vistas y gastadas, así que he tenido que bucear a conciencia para darle al lector ese toque que, espero, sea original. De este modo, he retorcido algunos relatos ya conocidos de fantasmas, o sacado a la luz algunas leyendas urbanas más desconocidas que las habituales, además de cruzar historias y crear algún que otro juego paranormal de suma importancia para una de las protagonistas de la novela.

En una novela como esta, donde la acción es relativamente pausada y la tensión es creciente, el último tercio me ha recordado por momentos a “Cinco tumbas sin lápida”, una novela propia casi del slasher en muchos tramos y de la que guardo un gran recuerdo. ¿Era tu idea que la parte final fuera diferente al tono del resto del libro?
Sí, tienes toda la razón. Siempre pensé en "Cinco tumbas sin lápida" como un cruce entre el tipo de novelas más característico de King (escritor borracho y bloqueado, pueblo maldito y con secretos, vecinos que sospechan del regreso del protagonista, un trauma del pasado) y la saga cinematográfica de terror "Evil Dead" de Sam Raimi y Bruce Campbell, de ahí que el tercer acto del libro sea puro "Evil Dead" en cuanto gore y slasher. Fue completamente buscado, y es algo que suelo mantener en muchas de mis obras, que el tercer acto sea la explosión de toda la tensión que se ha ido creando en los dos anteriores.

"El que se esconde" no es muy diferente en ese sentido. Es cierto que es una novela más psicológica que "Cinco tumbas sin lápida", pero el tercer acto es donde todo salto, y aunque no sea de una manera tan sangrienta como aquella, sí que tiene un par de momentos donde el gore aparece, algo que según dicen muchos lectores ya es marca de la casa en mis trabajos. Me gusta eso de mezclar tonos en una misma historia, en especial si el lector no se lo va a esperar, pero hay que tener cuidado de no estropear la novela cambiando demasiado el tono. Si el tercer acto de "El que se esconde" fuera por completo como el de "Cinco tumbas sin lápida", no creo que hubiera gustado tanto.

En multitud de ocasiones se te ha preguntado al respecto de tus obvias referencias, tanto en tus historias como en la manera de contarlas, hacia Stephen King. En esta ocasión, donde su influencia nuevamente se muestra claramente, querría que nos contases cuales son las diferencias con las que consideras que marcas distancias con el maestro de Maine en “El que se esconde”.
"El que se esconde" podría ser hasta el momento mi novela menos King junto a "Batalla por Chicago", aunque no resulte tan obvio como con ésta. Al fin y al cabo, como decía antes, "Cinco tumbas sin lápida" es un homenaje al de Maine de principio a fin, y "Tormenta Sangrienta" es fácilmente identificable con "El resplandor" y "El misterio de Salem´s Lot", pero eso no ocurre con "El que se esconde". ¿Motivos? Stephen King, a pesar de que pueda parecer lo contrario, no es muy dado a las historias de fantasmas. Muchos mencionarían "Un saco de huesos" y la propia "El resplandor", y tendrían razón... a medias. La primera no deja de ser una historia propia del universo King con escritor protagonista azotado por sus traumas, mientras que la segunda es la versión kingniana de la clásica historia de casas encantadas. Sí que hay cierto toque de "Un saco de huesos" en "El que se esconde", pero hay más de los temas principales que se tratan en  "Buick 8: Un coche perverso" y en los relatos más fantasmagóricos de King que de los títulos mencionados. Me aventuraría a asegurar que si se menciona a Ramsey Campbell entre las principales referencias de "El que se esconde" se estaría acertando bastante.

Una de las cosas que, por otra parte, si se ven claramente en “El que se esconde” es la faceta tan propia de Stephen King de dotar de personalidad propia a cualquiera de los personajes, ya sean principales, secundarios, o meramente transeúntes que puedan tener mínima influencia en lo que se está contando. Lograr esto sin caer en el exceso de información o de interrumpir la acción supongo que se trata de todo un reto, ¿estás de acuerdo? ¿Cómo se logra equilibrar ese estilo tan propio sin caer en el pecado de aburrir al lector o de sacarlo de su lectura?
Me alegra mucho que consideres que logro ese equilibrio sin aburrir o sacar de la historia al lector, je, je, je. ¡Gracias! Lo cierto es que es una tarea bastante complicada. Debes dar lo justo de información, en especial si es sobre un personaje que sólo aparecerá un par de veces en la historia; si le dedicas un capítulo entero a un personaje así, no le dediques otro más, porque seguramente la utilidad de ese personaje ya habrá acabado. Lo que estás contando tiene que servir para algo, sea llegar a algún punto concreto de la historia, dar pie a otros personajes y/o escenas, o desarrollar un concepto importante de la trama. No sé si a mí se me dará esto peor o mejor, ya que eso depende por completo de los lectores, pero sí sé que Stephen King es todo un maestro en el arte de desarrollar personajes, algo que también me encanta hacer a mí. Ahondar en la psicología y personalidad de cualquier personaje del argumento, ya sea el protagonista o un mero nombre que aparecerá un par de veces, me parece una gozada que hay que disfrutar si uno se dedica a esto de juntar letras. Los personajes, sea cual sea su tiempo de protagonismo en la historia, son parte esencial, así que descuidarlos es empezar con muy mal pie a crear un hijo literario. Si cuidas el argumento al dedillo, debes hacer lo mismo con los personajes, creando así una relación simbiótica. Si creas a un personaje que sólo aparecerá un par de veces, que sirva para algo, que sea un personaje auténtico, real, de verdad, y no sólo una herramienta literaria para conducir al lector a otro sitio, sin importar el mencionado personaje.

Relacionado con lo que estamos comentando, hace poco has publicado un primer volumen de un amplio ensayo sobre la vida y obra de Stephen King. Cuéntanos cómo ha sido esa labor en un cambio de formato tan claro con respecto a crear una obra de argumento cerrado a tu propia imaginación.
Lo cierto es que el cambio ha sido bastante chocante, en especial a la hora de dirigirme al público mediante las letras. Un ensayo es muy diferente, y en este caso más, ya que debes dar la información esencial sobre lo que estás hablando sin meterte en terrenos literarios propios de la novela, o lo que es lo mismo, sin divagar hasta terminar contando una historia que poco tiene que ver con la información que estás ofreciendo, que debe ser objetiva, a no ser que hablemos de análisis, claro, de los cuales encontraréis una buena cantidad en "Las pesadillas de Stephen King". Confieso que el proceso de escritura también es más mecánico, a pesar de que ambos coinciden en la documentación y organización que ambos precisan. Me ha gustado bastante pasar de la novela al ensayo, todo sea dicho, en especial siendo Stephen King la figura a tratar en mi primera obra al respecto.

“El que se esconde” llega de la mano de la jovencísima editorial Dilatando Mentes en un volumen atractivo visualmente. ¿Cómo fueron tus contactos hasta llegar a publicar con ello? ¿Hasta qué punto participaste de las decisiones sobre la inclusión de un prólogo y el ensayo final?
Por fortuna, a Dilatando Mentes me une una amistad previa a que se crease. Ya conocía a su principal editor, José Ángel de Dios García, debido a que era fan de sus libros de ensayo. Poco a poco nos leímos ambos, y de igual forma se fue forjando una amistad que hoy por hoy es incluso más fuerte que antes gracias a todas las conversaciones surgidas alrededor de Dilatando Mentes. Me hizo mucha ilusión que Ángel se dirigiera a mí para hablarme de la editorial en confianza, cuando apenas nadie sabía nada, y fue todo un honor que me ofreciera un hueco en ella, a lo que dije que sí de inmediato. A la vista está que no fue una mala decisión, teniendo en cuenta tanto el excelente trato de Dilatando Mentes como las maravillosas ediciones que confeccionan y el brillante futuro que les espera.

En cuanto al prólogo y al ensayo, debo confesar que participé en ambos de forma limitada. Ángel me informó en todo momento de lo que pensaba hacer con ellos, preguntándome en los dos casos qué me parecía. Por supuesto, estuve encantado con sus decisiones, en especial con la idea de un prólogo por Jesús Cañadas, del que soy muy fan, uno de los referentes de la literatura fantástica y de terror de nuestro país. Además, su prólogo es una pequeña y divertida joyita, así que Ángel no podría haber elegido mejor. ¿Y qué decir de ese ensayo que parece realizado expresamente para la historia de la caja y los Siete Pasajeros? Una gozada.

Me llama la atención que últimamente estas publicando en editoriales que no tienen una distribución al uso o que son recién creadas. ¿Es una forma de apoyo a estas nuevas iniciativas o el mercado actual hace complicado meter la cabeza en otro tipo de sellos?
Yo creo que el apoyo es mutuo. Crecer como escritor junto a una editorial recién nacida es una de las mejores experiencias que los juntaletras podemos vivir en este mundillo literario. Es cierto que publicar en una editorial pequeña, joven o recién nacida tiene sus contras, como por ejemplo la menor visibilidad que poseen otras editoriales, pero también tiene una gran cantidad de pros que me encantan, como la relación que se establece entre editor y autor, ese trato más personal o la confianza y el respeto mutuos, además del mayor cuidado que suelen poner a los libros en líneas generales, y las apuestas arriesgadas por según qué títulos que editoriales más grandes ni tocarían con un palo porque según ellas no son viables económicamente hablando, algo que en muchas ocasiones resulta algo absurdo.

En mi caso, reconozco que ha surgido la oportunidad de trabajar con editoriales que ya admiraba incluso antes de crearse gracias a mi admiración hacia sus editores. Hasta tal punto de que no he tenido la oportunidad de tener una obra libre que ir moviendo por otros sellos y editoriales más grandes. Por experiencias de compañeros, sé que resulta igualmente complicado publicar con una editorial pequeña que con una mediana o una grande, sólo que estás últimas ponen más pegas, sobre todo si no tienes algún contacto con fuerza. Por supuesto, no dejemos de lado la obra con la que nos movemos, algo esencial a la hora de abrirse paso por las diferentes editoriales. No es lo mismo tratar de colarse en una editorial grande con la enésima novela de zombis al estilo "The Walking Dead", que con algo más rompedor y original, aunque también hay que admitir que el tamaño del currículo hace mucho en ese momento.

Hasta ahora no te has salido del género de terror. De hecho, la única novela que pudiera no ser estrictamente de terror es un homenaje a las criaturas del terror y el género pulp como fue “Batalla por Chicago”. ¿Tienes algún proyecto que nos sorprenda a futuro con un cambio de registro?
Supongo que "Guerra en Los Ángeles" sigue el mismo registro que "Batalla por Chicago", que como bien dices, es sobre todo un homenaje al mundo de los monstruos clásicos, con terror de por medio, sí, pero también con tintes de novela negra, algo diferente al terror de "Tormenta Sangrienta" y "El que se esconde", lo que en algunos círculos se conoce como el terror King. Más allá de "Guerra en Los Ángeles" me temo que no tengo pensado ningún cambio de registro a corto plazo, aunque la ciencia-ficción mezclada con el terror me tira bastante. Confieso que mi amor navega por los océanos del terror, como lector y como escritor, y según parece hay algunos inconscientes que disfrutan con ésta última faceta, así que seguiré dando caña con el género durante mucho, mucho, mucho tiempo. ¿Encasillado? Sí, y orgulloso de ello. Ni siquiera me lo tomo como algo malo. Es todo un honor ser escritor de terror al 100%.

Por otro lado, a nivel general, me llama la atención la longitud de tus últimas novelas publicadas. ¿Se trata de momentos de inspiración o es una idea preconcebida cuando planteas estas novelas?
Como lo que comentábamos antes sobre la búsqueda o no de repartos corales, la longitud es la que pide la historia, y suele ser algo aproximadamente preconcebido. En el caso de "El que se esconde", sí es cierto que al principio iba a ser un poco más corta, pero la historia crece por sí sola, y eso no hay quien lo pare, así que hay que dejarla, aunque controlándola como buen padre, que no se nos vaya de las manos. "Guerra en Los Ángeles", por ejemplo, sí será más corta, como el siguiente libro con Dilatando Mentes, sin ser extensiones mucho más bajas, quizá tirando (y me meto en jardines que no son míos y sí de los editores, así que aceptaré con gusto su ira) a las cuatrocientas páginas en papel, quizás algo menos, algo más parecido a "Cinco tumbas sin lápida". Reconozco que no soy mucho de novela corta, aunque no descarto hacer algo en el futuro, pero para mí, como escritor, me encanta el formato de extensión de cuatrocientas páginas... Página más, página menos según se dé el caso.

Pregunta inevitable, y más con tu ritmo de publicación: Seguro que ya tienes alguna obra en mente o terminada, ¿tendremos más de Tony Jiménez dentro de poco? ¿Qué nos puedes adelantar?
Reconozco que tengo este ritmo de publicación gracias a las editoriales que me acogen. La buena suerte me ha sonreído bastante desde que saqué "Actos de Venganza" allá por 2012, así que espero que la cosa siga así, e incluso mejor, aunque soy de los que suelen decir "virgencita, virgencita que me quede cómo estoy". Y es que no me puedo quejar ante la cantidad de proyectos que me van saliendo o me aceptan casi de inmediato.

Por ahora, tendréis el segundo volumen de "Las pesadillas de Stephen King" para los próximos meses, además de "El Hombre Lobo vs. el monstruo de Frankenstein: Guerra en Los Ángeles". No me gusta hablar de proyectos demasiado difusos como los que quizá salgan en 2017, pero podéis esperar algo más con Dilatando Mentes, quizás algún otro ensayo y espero que regresar a las antologías. Insisto, no me gusta adelantar proyectos por el tema de los cambios editoriales que puedan ir dándose, pero si tengo que adelantar deseos, esos son los más próximos.

Muchas gracias, Tony, nuevamente, por prestarte a nuestras preguntas y nuevamente enhorabuena por el trabajo realizado en “El que se esconde”. Un saludo y ¡muchas gracias!

Muchísimas gracias a ti por proporcionarme un pequeño espacio en "Calles de Tinta". Muchas gracias de nuevo por tus amables palabras hacia "El que se esconde". Es una verdadera alegría que la disfrutaras tanto. ¿Repetimos para la siguiente? ¡Un abrazo!

Comentarios

  1. Hola :) Genial entrevista. "un grupo de personas afectadas en el pasado por terribles sucesos sobrenaturales, una especie de Alcohólicos Anónimos para gente traumatizada por lo paranormal", con esto el señorito Mangrii ya se lo apunta. Además la referencias a Stephen King me van hacer acercarme al autora, de eso estoy seguro. Un abrazo^^

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