"A Head Full of Ghosts", de Paul Tremblay


A HEAD FULL OF GHOSTS
Paul Tremblay


William Morrow 
(Ed. Nocturna próximamente en castellano)
400 pags
9$ (físico) // 1,80€ (digital)



Reality shows, posesiones demoníacas, una blogger y una familia marcada por el ya largo desempleo del hombre de la casa son los ingredientes de “A head full of ghosts”. La novela ganadora del premio Bran Stoker en esta última edición recupera el tema de las posesiones y los exorcismos como medio para liberar a la persona supuestamente afectada. Su escritor, el novelista americano Paul Trembaly, cuenta con casi una decena de obras en su haber y ha sido con esta con la que ha conseguido no solo el éxito reconocido sino que sus derechos hayan sido vendidos a un estudio norteamericano para una posible futura película.

La obra se centra en la vida de una familia de Nueva Inglaterra formada por un matrimonio y sus dos hijas. Marjorie, la mayor, tiene catorce años. Merry, ocho. La novela se inicia cuando esta última acepta, a los 23 años, la propuesta de Rachel, una periodista, para que la entreviste con objeto de conocer todo lo sucedido en la casa cuando ella era pequeña e intentar descubrir, finalmente, la realidad de lo allí acontecido. Durante la historia que Merry relatará en primera persona conoceremos como Marjorie, su hermana, comenzó a tener extrañas actitudes, a usar un vocabulario agresivo, obsceno y poco apropiado para una joven de su edad y como, finalmente, las sospechas de posesión recalaron sobre ella.

A esta situación se une la preocupación familiar por la larga situación de paro en que se encuentra el padre de ellas, John. Esto les llevará a aceptar la propuesta de que todo lo que suceda en la casa se grabe por parte de un equipo de televisión, lo que da lugar al programa The Possession. Todo esto nos llevará a una situación de tensión creciente por parte de toda la familia, lo que nos hace dudar de si lo que le sucede a la hermana es cuestión de una posesión demoníaca como cree el padre o, sin embargo, se trata de una mera treta por parte de la niña para llamar la atención y conseguir que sus progenitores la hagan más caso, tal y como le asegura a su hermana pequeña.


Por si todo esto fuera poco, el relato de Merry se alternará en algunos momentos con unos pequeños capítulos escritos de manera juvenil y ligera por parte de una blogger que contará como ve ella los programas emitidos quince años después de su emisión original. En estos capítulos, la autora del blog comparará el producto con grandes obras y películas de la historia, dando también su opinión al respecto del exorcismo de la niña. Como veis, unos cuantos frentes de los que Paul Tremblay sale razonablemente bien parado.

El relato de lo acontecido en la casa esta contado desde los ojos de una niña de ocho años que, sin embargo, es núcleo central de la historia. Esto hace que seamos testigos de situaciones realmente comprometidas en casa y conflictos familiares desde su ingenuo punto de vista. Sin embargo, lo que sucede cuando se encuentra a solas junto a su hermana se muestra con toda su crueldad, consiguiendo crear esa sensación de mal rollo que busca la novela. La aparición de las cámaras y todo el equipo de televisión es para ella, al inicio, toda una diversión, mientras que las consecuencias de las grabaciones realizadas afectarán a toda la familia, tanto en el colegio como con las personas que se manifestarán delante de su casa, llevándonos nuevamente a la nombrada y lograda tensión creciente.

Sin embargo, tanto la entrevista que se lleva a cabo en el futuro, y de donde surge este apasionante relato, así como el blog donde veremos el show televisivo desde otro punto de vista apenas son aprovechados para precisamente eso: darle otro cariz a lo sucedido en el pasado pero volviendo a repetir muchas de las secuencias ya vistas. Estos capítulos podrían servir como contrapeso a la narración principal que es la que ocupa gran parte de la novela aunque su colocación tampoco parece indicar que fuera ese su objetivo. Otro aspecto que llamará la atención son los homenajes a los clásicos con escenas que bien se asemejan (o copian directamente) a las vistas en esas grandes obras. Esto bien pudiera ser un aspecto en contra para quien busque algo original en lo referente a las escenas de terror.

A pesar de esos huecos, “A head full of ghosts” me ha gustado bastante. La inclusión del efecto televisivo en una novela de terror y thriller como esta le aporta aspectos ligeros e incluso divertidos a una trama en la que la tensión se palpa durante muchos momentos, especialmente en el último tercio de la lectura. La duda sobre la posesión en la hija mayor de la familia se mantiene a lo largo de la obra, logrando un interés que no se disipa hasta pasar la página final con una conclusión interpretable por parte del lector. 

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