EL HIJO DEL MISSISSIPI
Juan de Dios Garduño
Stella Maris
368 pags
19€
Conocido por sus múltiples
novelas de terror, Juan de Dios Garduño hace un pequeño paréntesis en su
carrera dentro de ese género con la publicación de “El Hijo del Mississipi”,
una novela de aventuras y venganzas en pleno siglo XIX. Un cambio aparentemente
temporal, dado que él mismo ha declarado en varias ocasiones que ya se
encuentra trabajando en “Cenizas”, continuación de “Y pese a todo” su novela más
exitosa hasta el momento y que fue llevada el pasado verano al cine bajo el
nombre de “Extinction”.
“El Hijo del Mississipi” se localiza
inicialmente a orillas del legendario rio norteamericano, concretamente en el
pueblo de Hannibal, a donde nuestro protagonista Jacob Walters regresa tras
pasar un largo período en la cárcel. Los sucesos que llevaron a esa reclusión y
su intencionado aislamiento posterior dentro de la prisión harán que su regreso
a su localidad natal sea menos entusiasta de lo que pudo haber imaginado. Su
afán por establecerse en Hannibal y su sueño de lograr ser el mejor capitán de
barcos de cuantos surcan el rio Mississipi no será del agrado de muchos de sus
viejos amigos y rivales, lo que le terminará haciendo embarcarse en un viaje de
insospechado destino.
Aunque “El Hijo del Mississipi”
se anuncia como novela de aventuras, lo cierto es que a mi parecer solo una vez
Jacob se ve forzado a abandonar Hannibal y solo a partir de ahí, incluso
exceptuando ciertas partes del último tercio de novela, podría considerarla
desde mi punto de vista como tal. La primera parte de la novela, donde la
venganza hacia el protagonista se gesta en cada esquina y el drama personal de
sentirse solo y rechazado por su gente inunda sus páginas, es todo un
desconsolador relato con ambiente de género negro y lleno de detalles del
comportamiento de la sociedad americana de la época.
El segundo tercio de la obra, de
aventuras más clásicas, nos llevará hasta un lugar inimaginable en el inicio de
la lectura. No solo aventuras, sino que en este tramo se presenta un agónico
intento de supervivencia hasta la aparición de un gran elemento fantástico,
todo ello recordándonos en muchos momentos a las grandes novelas de aventuras
de Mark Twain o Robert Louis Stevenson. Y es que no solo en su
desarrollo existen claras referencias a estos autores, sino que durante la lectura
nos encontraremos nombres y lugares que directamente hacen alusión a ellos.
En lo que a mí respecta, me
supuso toda una sorpresa el desarrollo de “El Hijo del Mississipi”. Me esperaba
precisamente eso, una novela de aventuras clásica, pero termine encontrando una
interesante mezcla de géneros entre lo que se vive cuando Jacob regresa a
Hannibal, lo que le sucede posteriormente e, incluso, la historia romántica que
se mantiene colgado de un fino hilo hasta la última página de la novela.
En el lado negativo, solo puedo
indicar un par de decisiones argumentales que me chocaron un poco. Por un lado,
el tema del vudú. No tanto por su aparición como tal, sino porque ésta resulta
tan fugaz y oportunista para el desarrollo de los acontecimientos que me hizo
dudar de si su existencia no sería una manera de ayudar a Jacob en el viaje que
persigue en ese momento. Por otro, hay un detalle una vez Jacob inicia su huida
de Hannibal que no puedo revelar porque sería hacer un spoiler como una
catedral de grandes y, quizá, ya me he pasado un poco a lo largo de esta
reseña.
Por cerrar el comentario he de
confesar que “El Hijo del Mississipi” me atrapo durante unas 24 horas sin
remedio. Su estructura de capítulos cortos con sucesos relevantes en cada uno
de ellos hace que su lectura haya sido un intensivo ejercicio de venganza,
drama, romanticismo y aventura durante más de trescientas páginas. Un libro
recomendado para casi cualquier tipo de lector y alejado de lo que Juan de Dios
Garduño venía haciendo hasta el momento. Un todo terreno que
esperemos no nos haga esperar casi tres años hasta volver a tener algo suyo
entre manos.
Hola :) Pensé que te había comentado, pero igual solo leí la reseña y ya. Le tengo ganas, la verdad que tiene una pinta estupenda, y esa estructura de capítulos cortos que atrapan me vendrá ideal para el veranito cuando el tiempo de lectura se reduce a poco o nada entre el trabajo e ir a la playa o fiestas XD Un abrazo^^
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