Autor: David Mitchell
Páginas: 720
Traducción: Laura Salas Rodríguez
Páginas: 720
Traducción: Laura Salas Rodríguez
Editorial: Penguin Ramdom House
Recomiendo a todos los
que gusten de la buena fantasía acercarse a "Relojes de Hueso"
habiendo leído lo menos posible sobre su argumento y las distintas
sorpresas que van apareciendo conforme pasan las páginas. Esto quizá
sea algo contraproducente para quienes, como es mi caso, pretendemos
trasladaros nuestra opinión sobre la novela pero os puedo asegurar
que, si os abstraéis de cualquier referencia, vais a disfrutar de una manera inimaginable y que difícilmente puede ser descrito en apenas unos párrafos.
Por ello, intentaré hacerlo de la
manera mas superficial posible para aquellos incautos que, aun
avisados, decidís seguir con la lectura de esta reseña.
Y es que hace apenas unas
horas que, en el momento de escribir estas lineas, he terminado la
lectura de la nueva novela que tenemos la oportunidad de disfrutar en
castellano del británico David Mitchell. En mi caso supone el
segundo acercamiento a su obra tras la para mi notable "El atlas
de las nubes", lectura que en lo que a mi respecta se vio
alterada por haber visto la película con anterioridad, sugestionándome demasiado sobre su discurrir. "Relojes
de Hueso" llega avalada por un Premio Mundial de Fantasía del
pasado 2015 y por su nominación al Man Booker del mismo año. En
cuanto al primero de ellos, alejado de la visibilidad que suelen
tener otros galardones como el Hugo o Locus, siempre me ha dado
grandes sorpresas y, por lo visto en este caso, me las va a seguir
dando.
David Mitchell se
consagra en "Relojes de Hueso" como un maestro en esto de
contar diferentes historias entrelazadas de alguna manera, sean en cortos periodos de tiempo o
abarcando parte de la historia de la humanidad. En este caso repite
la formula ya conocida contando para la ocasión con un nombre común
que aparece en las seis historias que se presentan en el volumen:
Holly Sykes. Conoceremos a Holly en 1984, cuando apenas es una
adolescente que tras un desengaño amoroso con su novio decide irse
de casa. En su marcha lejos del hogar sucederá algo a priori
intrascendente, algo que no tiene la mayor de las importancias, pero
que cientos de páginas después descubriremos como vital para su
desarrollo personal a lo largo de su vida.
Personalmente he
disfrutado mucho de ir descubriendo los distintos géneros con los que
David Mitchell se ha ido atreviendo en cada uno de los periodos en
los que nos situamos. Desde ese inicial 1984 hasta el final en 2043
veremos como el británico sale no solo airoso sino con absoluto
éxito de historias románticas en los Alpes suizos o de llevarnos a
un Irak posterior al 11-S donde veremos los entresijos de uno de los
personajes protagonistas, de profesión periodista. La primera parte, donde sucede
ese hecho que cambiara sin saberlo la vida de Holly Sykes, podría
incluso catalogarla de juvenil, mientras que será en la década de
los veinte (no del siglo XX, sino del XXI en el que ya nos
encontramos) cuando las piezas se sitúen sobre el tablero en un
desborde de fantasía que, por momentos, parece abrumar.
Para el tramo final,
David Mitchell se atreve nada menos que con una distopía donde el
cambio climático ha cambiado la vida de la gente sin remedio y donde
las jerarquías y las luchas de poder conviven con un creciente auge
de la religión como método para gobernar a las masas que quedan con
vida. Esta parte nos traerá recuerdos de los grandes clásicos de la literatura distópica. La mezcla de ambientes, situaciones, personajes, lugares y,
en definitiva, géneros literarios quizá pueda suponer algo chocante
para quienes sean fervientes seguidores de un solo estilo o forma de
narración. Sin embargo, os puedo asegurar que todas ellas tienen un
"algo" que consigue hacer de cada una algo especial. Y en todos ellos tenemos un pequeño toque (o no tan pequeño, depende en cada caso) de fantasía que nos frunce el ceño mientras terminamos de descubrir lo que está pasando.
Definamos la novela de la
manera más extraña pero concisa posible: Anacoretas y Horologistas.
Dos palabras tan extrañas como importantes para terminar de entender
todo el transcurso de "Relojes de Hueso". Lucha de
facciones sobre un tablero en el que las piezas van cayendo con el
paso de las páginas para sorpresa del lector y terminan de colocarse
y mezclarse en un tercio final apasionante.
Por si cabe alguna duda,
he disfrutado como hacía un tiempo no lo hacía con la lectura de
este "Relojes de Hueso". Abrumado y sobrepasado por
momentos, las más de setecientas páginas de la novela pueden ser
leídas de múltiples maneras, pero siempre con la sorpresa por
delante, con extrañeza y asombro, con una sensación final que
sobrepasa cualquier expectativa previa que tuviera. El día del libro
de este 2016 ya ha pasado pero si buscáis una lectura que os atrape
unos cuantos días o semanas sin remedio, acercaros a este "Relojes de
Hueso". No os dejará indiferente.
Hola :) Le tengo muchas ganas y será mi próxima lectura en cuanto termine la última parte de Los cantos de Hyperion. Adoro a Mitchell, como enreda todos sus personajes en una trama que siempre sorprende, con esa estructura tan caleidoscopia y perfectamente brillante. Me muero de ganas, un abrazo^^
ResponderEliminarQue curioso, acabo de leer Relojes de hueso y la novela anterior fue La caida de Hyperion.
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