Autor: Juan Gómez-Jurado
Páginas: 576
Páginas: 576
Editorial: Ediciones B
Hace casi dos años quedé
muy satisfecho de mi primera experiencia lectora con Juan Gómez-Jurado. "El Paciente" era una adictiva novela que lograba
lo que pretendía: enganchar al lector con un argumento muy cercano,
fácilmente posible en el mundo en el que nos encontrábamos e, incluso
más ahora, en el que nos encontramos. Poco tiempo después, el
escritor madrileño vuelve a las estanterías con "Cicatriz".
Su nueva obra en la que repite, con acierto, muchos de los logros que
hicieron de su obra previa todo un éxito.
"Cicatriz". La
novela se centra en Simon Sax, un tipo "friki" de toda la
vida que junto a su mejor amigo han ideado un código fuente para una
aplicación con un sinfín de posibilidades para las grandes compañías
en un futuro inmediato. Cuando va acercándose el fin del desarrollo y
empiezan a ofrecérselo a diversas empresas, el resultado es
devastador: nadie se lo compra. Sin embargo, una última oportunidad
surge. La mayor compañía existente les hace una oferta con un
tiempo límite para conseguir que la aplicación sea completamente
funcional y realizar una gran inversión en caso de un buen
funcionamiento.
Todo esto que he contado,
lo cual apenas supone un pequeño porcentaje de la obra (lo he leído
en digital gracias a su excelente precio de venta) se rompe en el
momento en que Simon decide, aburrido de su vida solitaria, entrar en
una página de contactos y conocer a nuevas personas. Es aquí donde
entra en juego Irina, coprotagonista en muchos momentos, personaje
principal en otros, que cambiará el devenir de la novela, abriendo
un nuevo arco temporal en el que conoceremos quien es, de donde viene
y porque ha llegado hasta ahí. Un proceso en el que Simon se llevará
más de un susto y su vida comenzará una cuesta abajo que deberá
frenar de la manera que le sea posible.
Antes de comenzar a
escribir este comentario y una vez terminada la lectura de la novela,
estuve echando un vistazo al resto de páginas web y blogs que han
comentado esta obra. Me ha llamado la atención sobremanera la
indicación de la editorial, Ediciones B, a aquellos que tuvieron la
suerte de leer "Cicatriz" antes de su puesta a la venta de
no dar grandes indicaciones sobre el argumento, en aras de que la
lectura fuese lo más sorprendente posible. Más allá de
consideraciones promocionales y/o publicitarias, lo cierto es que no
me ha parecido para tanto. Efectivamente hay sorpresas, como no podía
ser de otra manera en una novela de este tipo, pero de la misma
manera que "El Paciente" tenia su contraportada con su
trama, "Cicatriz" podría haberla tenido y no hubiera pasado
nada.
"Cicatriz" es
un thriller altamente adictivo. Utilizando el común recurso de las
dos (o incluso tres) lineas temporales alternándose, pronto
descubriremos que la aparentemente historia de Simon es una mero
escenario para la potente narración de la vida pasada de Irina. Una
vida que nos llevará a algunos conflictos internacionales reales y
con referencias ciertamente actuales. Simon, con el devenir de los
acontecimientos, se verá forzado a modificar su forma de ser al
sentir que esta siendo engañado por la mujer a la que ama hasta
lograr hallar los motivos que provocaron que, casualmente, fuera él
quien contactase con esta persona.
Únicamente achacable, por
mi parte, que la trama inicial de Simon Sax termine difuminándose
ante la aparición de Irina y todo su pasado. A partir de mitad de
lectura la historia detrás de la aplicación y el trabajo en el que
Simon estaba dedicando su tiempo pasan a un segundo y anecdótico plano hasta dejar prácticamente de interesar no solo al lector sino
al propio Simon, quien ve de repente su vida desmoronada por un mal
amor.
Una historia que
mantiene, sobre todo en la segunda mitad, al lector con plena
atención, máxime cuando empieza a abrirse el abanico de personajes
que crean toda la trama alrededor de "Cicatriz". Una novela
de amor y desamor, de acción y crueldad, con unas cuantas referencias
"frikis" en muchos momentos iniciales así como dura en
otros muchos, tanto por escenas como por el reflejo en muchos casos
de la sociedad actual ante ciertos defectos o estereotipos pero a la
que, definitivamente, merece la pena echarle un ojo como lectura para
pasar un par de tardes enganchado sin mayores pretensiones.
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