"La luz que no puedes ver", de Anthony Doerr

Título: "La luz que no puedes ver"
Autor: Anthony Doerr
Páginas: 658
Editorial: Suma de Letras


Los escarceos que esporádicamente me suelo dar fuera de la literatura de género son como lanzar una moneda al aire. A veces puedes intuir que, detrás de una trama interesante, vas a encontrar un libro presumiblemente aburrido y, en ocasiones, sucede justamente lo contrario. En este caso, y con la etiqueta de haber resultado ganador del premio Pulitzer de ficción de este mismo año 2015, me resulto interesante la propuesta que el autor americano Anthony Doerr parecía llevar a cabo en su segunda novela publicada.

En "La luz que no puedes ver" volvemos al tan manido escenario de la segunda guerra mundial, pero dejando de lado casi por absoluto el aspecto bélico y centrando la atención en dos personajes muy concretos. Por un lado, Marie-Laure Leblanc, una niña ciega que al inicio de la obra vive en París junto a su padre, cerrajero del Museo de Historia Natural de la capital francesa. Por otro, Werner Pfenning, un chaval alemán que es reclutado desde un pequeño pueblo minero para ayudar al ejercito de su pais en todo lo referente a los aparatos de radio, faceta en la que ha mostrado una habilidad innata desde su juventud.

La novela, contada principalmente desde estos dos puntos de vista, alterna dos lineas temporales. A pesar de que todo hace indicar, leída la sinopsis, que la acción se centraría principalmente en la localidad de Saint-Malo y las circunstancias que pudiesen rodear a los dos personajes principales, lo cierto es que buena parte de la novela, salvo el tercio final, se centra en cómo Marie-Laure y Werner llegan hasta el anunciado punto de, en teoría, partida. Este camino recorrido se salpica con pequeños avances argumentales en la situación actual, centrada esta vez sí en la pequeña ciudad costera. Una vez ambos trayectos se juntan en uno es cuando la obra empieza a justificar su trama, aunque a mas de uno, como ha sido mi caso, seguro que le puede resultar algo decepcionante o al menos no colmar las expectativas iniciales.


Anthony Doerr estructura "La luz que no puedes ver" en innumerables capítulos cortos, de apenas cuatro o cinco páginas en su mayoría, que ayudan a una rápida lectura ya que, incluso estando escaso de emoción en muchos momentos, el rápido pasar de páginas es lo suficientemente incitante para continuar con la trama. Los personajes, por otro lado, me han resultado muy poco carismáticos, sobre todo el de Marie-Laure, la niña ciega, quien creo que podría haber tenido un papel mucho mas influyente o, al menos, haber quedado mejor caracterizada.

La novela, sin embargo, ambienta muy bien todo lo que va sucediendo alrededor del personaje en que se vaya centrando en cada momento. Es, por tanto, casi mas una novela de escenarios que de personajes, y donde Saint-Malo, el Museo de Historia Natural de París, o el centro donde se forma Werner antes de comenzar sus viajes serán lugares mas reconocibles que los de los sujetos que por allí campen.

"La luz que no puedes ver", por tanto, pertenece a ese numero de casos en los que el argumento prometía más de lo que finalmente he obtenido por su lectura. Una trama a priori interesante que avanza lentamente y sin apenas emoción ni clímax posible, con dos tramas paralelas que una vez se cruzan no cumplen con las expectativas que se pudieran tener. Su rápida lectura, a pesar de las de seiscientas páginas, y los detalles históricos que lo ambientan dan el punto a favor necesario para una novela de la que esperaba algo más.

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