A comienzos de este año daba el pistoletazo de salida la colección ReBro de la editorial Dissident Tales. Y lo hacía con "La Huella del Cazador", segunda novela del asturiano Juan Miguel Fernández Fernández, quien debutara hace unos años con "El Jardín Impío" (Dolmen, 2012). Alejándose del género zombie, pero sin abandonar el terror, Juan Miguel nos lleva a los años ochenta y un oscuro secreto que habita en las montañas de un desconocido lugar.
Aprovechamos esta oportunidad para conocer más en profundidad al autor en general y a esta obra, "La Huella del Cazador", en particular, así como sus proyectos actuales y futuros.
Lo
primero, muchas gracias por atender las preguntas de Calles de Tinta
y enhorabuena, claro, por tu novela "La huella del cazador"
tanto a ti como al ilustrador Elías Santos.
Muchas
gracias a ti por ofrecernos, una vez más, un espacio en tu web
literaria.
Cuéntanos, brevemente, ¿de que
trata "La huella del cazador? ¿Que puede esperar el lector que
decida adentrar en esta aventura?
Se
trata de una historia que pretende funcionar como un homenaje al cine
de terror de los años ochenta y también a la literatura de ese
género que salía con un formato corto; lo que conocíamos como
«bolsilibros». Al mismo tiempo, he querido reflejar todo ese
entusiasmo que depositan en sus proyectos los jóvenes que se deciden
a formar, en su adolescencia, bandas de rock and roll, ya que los
protagonistas de la novela son un grupo de muchachos con aficiones
musicales muy vinculadas al Heavy Metal. El lector que desee
adentrarse en las páginas del libro creo que encontrará diversión,
un puñado de guiños a todo ese universo ochentero que acabo de
mencionar y una prosa ágil sin más pretensiones que las de
entretener durante unas horas.
¿Que tal ha sido la recepción y
las opiniones que has recibido hasta el momento de este, tu segundo
trabajo?
Lo
cierto es que, hasta el momento, y gracias a las críticas realizadas
por varios lectores o los comentarios a nivel más privado, he podido
saber que he logrado capturar esa esencia, esa mezcla entre diversión
y homenaje a los ochenta, de una manera bastante satisfactoria. Al
mismo tiempo he podido contrastar opiniones y darme cuenta de que el
registro utilizado para esta segunda obra la hace una creación mucho
más ligera. Algunos prefieren este tipo de prosa a la que utilicé
en «El jardín impío» y otros consideran más atractivo el
universo de mi primera publicación, donde la narrativa era quizá
más densa. Asimismo, varios lectores me han indicado algunos errores
de carácter documental que, debo confesar, no me eran del todo
desapercibidos a la hora de crear la historia. Digamos que quise
meter a calzador algunas cosas que en cuanto a cronología eran un
tanto forzadas. Como siempre, me apunto cada opinión para tenerla en
cuenta de cara a posibles publicaciones en un futuro.
La obra se sitúa en los años
ochenta ¿Porque te decides a viajar al pasado para situar tu obra,
obligándote a ti mismo a situar correctamente las referencias
musicales? ¿Tiene esto que ver con tu afición por la literatura
histórica?
Me
apetecía retroceder un poco en el tiempo para dar una ambientación
en mayor consonancia con el tipo de historia que quería plasmar.
Como mis intenciones eran, entre otras, las de homenajear al cine de
aquellos años, consideré oportuno situar todo en la década de los
ochenta. Puede que, como dices, algo influyera también mi afición
por la literatura histórica, pero creo que tuvo más peso lo antes
mencionado. El sabor de aquella década tiene algo especial que no
sabría definir con exactitud.
"El lector que desee adentrarse en las páginas del libro encontrará diversión, guiños al universo ochentero y una prosa ágil sin más pretensiones que las de entretener durante unas horas."
Lo sitúas en una zona montañosa
que, si no recuerdo mal, no se concreta, aunque siendo de Asturias
supongo que te habrás basado en algún lugar conocido de las
montañas de dicha comunidad. ¿Es así?
Me
basé en una mezcolanza de paisajes de mi tierra natal, cierto.
Pienso que Asturias goza de unos paisajes idílicos que además, en
algunos casos, representan un marco idóneo para hacer las veces de
escenario donde ambientar historias terroríficas.
"La huella del cazador",
además, tiene una importante carga de heavy metal y rock n'roll. ¿Es
esta una manera de dar rienda suelta a una de tus principales
aficiones?
En
efecto. Se trata de una forma de involucrarme un poco más, aunque de
una manera distinta, lejos de instrumentos o escenarios, en un
universo que siempre ha representado mucho para mí. De hecho,
mientras escribo estas líneas, escucho uno de los temas del último
disco de los Maiden, jeje. Este género musical tiene, para mí y
desde hace décadas, un importante componente emocional del que me
gusta imbuirme para que la imaginación vuele a territorios que están
un poco más allá de lo mundano. Luego, tan sólo procuro captar un
poquito de esa esencia y traerla conmigo para plasmarla, en la medida
de mis posibilidades, sobre el fondo en blanco.
Tras tu paso por Dolmen con "El
jardín impío", ahora tienes la oportunidad de editar con la
recientemente creada Dissident Tales, y con esta obra se inaugura la
colección "ReBro" que ya tiene otros tres títulos. Dada
su longitud, ¿la obra nació para esta colección o ya la tenias
escrita buscando un lugar donde publicarla?
No
la tenía escrita aunque sí bastante «bosquejada» en mi cerebro.
Me apetecía escribir algo semejante desde hacía mucho y gran parte
de la obra había tomado forma, como digo, en mi cabeza. Sin embargo,
no nació para la colección, ya que cuando está empezó a tomar
forma la historia ya llevaba gestándose desde hacía algunos meses.
Aunque puede decirse que el nacimiento de la colección Rebro
funcionó en este caso como la bomba propulsora que hizo que la
novela cobrara forma física.
"El heavy metal tiene un importante componente emocional del que me gusta imbuirme para que la imaginación vuele a territorios que están un poco más allá de lo mundano"
Una de las características mas
relevantes es la inclusión de ilustraciones que acompañan a cada
uno de los capítulos del libro. ¿Has tenido contacto con Elias a lo
largo del proceso de creación o fueron trabajos independientes?
¿Cómo era la colaboración?
Ya
con la obra concluida en el aspecto literario, Carlos Rodón, que es
el editor de Dissident Tales, comenzó a buscar ilustrador para la
misma. Una vez elegido Elías Santos, comenzamos a colaborar durante
meses de una forma muy estrecha, aunque en la distancia, dado que no
nos conocemos todavía en persona. El trabajo en equipo fue una
experiencia nueva para mí en el ámbito literario, una aventura
enriquecedora y estimulante. Cada vez que Elías me mostraba el
boceto que tenía entre manos para una nueva ilustración, o alguna
que ya tenía concluida, me deleitaba durante mucho tiempo admirando
su trabajo. Supuso para mí una forma diferente de contactar con los
personajes que había creado y conocerlos más a fondo, ya que ahora
tenían un semblante más visible. No sólo eso, sino que además
tenía la oportunidad de contemplar los escenarios y otros muchos
detalles. Elías se leyó la obra y me pidió que le hiciera algún
resumen de las escenas que quería ver plasmadas, luego él
realimentó esa información y aportó muchas sugerencias que yo no
hubiera podido tener presentes debido a mi nula experiencia con el
terrero de las ilustraciones. Las ilustraciones son otra perspectiva
desde la que observar las obras de la colección Rebro, un foco
complementario que enriquece más las historias.
Dissident es una editorial mas
pequeña en comparación con tu inicio con Dolmen, ¿se nota mucha
diferencia, desde el punto de vista del escritor, en la forma de
trabajar de unos y otros?
Al
ser una editorial más pequeña ello permite, pienso yo, un mayor
acercamiento y una dinámica de trabajo más estrecha entre escritor,
editor e ilustrador. Además, como mi novela sería la primera en ver
la luz dentro del sello, tal vez influyó en que pudiéramos dar
vueltas a todos los detalles con calma y dedicación. Destaco la
cercanía en el caso de Dissident, aspecto que te permite conocer muy
de cerca el desarrollo del proyecto en cada punto, aunque es cierto
que Dolmen maneja mucho volumen de trabajo y ello resta tiempo que
dedicar a cada autor. Con ambas editoriales trabajé a gusto y puede
decirse que permiten cierta «flexibilidad» a la hora de hacer
cambios de última hora y ese tipo de cosas.
Hasta el momento has publicado dos
novelas, ademas de algunos relatos entre medio. Sin embargo, entre
las dos primeras pasó un tiempo importante, ¿que podemos esperar de
Juan Miguel Fernández para los próximos meses? ¿Hay alguna
sorpresa preparada?
Aunque
transcurrió un tiempo desde la primera novela a la segunda, no he
permanecido inactivo en el aspecto literario durante ese lapso. He
llevado a termino algunas creaciones más que ahora mismo están
buscando una editorial que les haga ver la luz. Una de ellas; la
segunda entrega de «El jardín impío», calculo que no tardará
mucho en publicarse también bajo el sello de Dissident Tales
Editorial. Pero, como digo, hay otras novelas en proceso de
evaluación en estos momentos y espero dar pronto noticias sobre
ellas.
"La segunda entrega de «El jardín impío» no tardará mucho en publicarse también bajo el sello de Dissident Tales Editorial"
Curiosamente, a pesar de tus gustos
por la literatura histórica, tus trabajos hasta el momento se han
centrado mas en el terror, ¿en algún momento has pensado intentar
con el género histórico?
El
histórico es un género literario que requiere una profunda y
extensa fase de documentación en todos los casos y, aunque hay un
cierto espacio de libertad creativa, ésta a menudo está sujeta a
unas normas que requieren gran pericia si uno no quiere cometer
errores argumentales de peso. Por tanto, lo veo como un terreno por
el que se debe caminar con mucho tiento y cautela, a no ser que se
decida fusionar con otras vertientes de corte más fantástico.
Debido a toda esta complejidad, por el momento no lo veo como algo
factible por ahora, aunque quizá, cuando el tiempo y la experiencia
me lo permitan, decida algún día aventurarme en ello.
Terminamos. Muchas gracias, Juan
Miguel por tu tiempo y te deseo lo mejor con esta obra y con las que
vengan.
Muchas
gracias a ti de nuevo por brindarnos este espacio de tu web e
interesarte por los entresijos de nuestro Rebro.
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