"Disforia", de David Jasso

Título: "Disforia"
Autor: David Jasso
Páginas: 400
Editorial: Valdemar

Un año después de que Emilio Bueso abriera para los autores nacionales la linea de terror contemporáneo Insomnia de la editorial Valdemar llega la segunda referencia: "Disforia", escrito por el aragonés David Jasso. David es ampliamente conocido en el ámbito del terror por algunas de sus obras previas como "La silla", "Día de perros" o "Feral" que le han permitido ganar diversos premios Ignotus, NOCTE o certámenes literarios. Merecidos premios que han ido afianzando una manera de hacer terror que lleva el sufrimiento no solo a los protagonistas de la obra sino también a los propios lectores.

"Disforia" es, nuevamente, tensión pura. Y para ello, David nos lleva a un fin de semana alejado de toda civilización, adonde Tomás y Esther deciden irse antes de tener que deshacerse definitivamente del inmueble de montaña. No viajan solos: su hija Sara (a quien conoceremos como Say a lo largo de la obra) les acompaña en su estancia. Una permanencia que se ve de pronto alterada por el sonido del timbre de la casa. Alejados de todo y de todos y con el clima social que se esta viviendo en la nación, el sonido no trae buenos augurios. Peores resultan cuando tras preguntar quien se encuentra al otro lado, nadie contesta. Pero, sin embargo, el timbre sigue sonando. Sin parar.

A partir del momento en que ambos deciden salir por la parte trasera de la casa a indagar se desencadenan los acontecimientos de los que apenas se pueden contar nada, pero que nos hacen sufrir tanto a los que nos escondemos en nuestra aparente como seguridad como a los protagonistas que también se creían aislados de todo peligro. David Jasso logra nuevamente afligirnos con apenas una casa de montaña en una primera parte y un coche en la segunda. Con únicamente estos elementos y unos pocos utensilios caseros, el autor logra transmitirnos un terror cercano y con el que es muy sencillo identificarse.


En "Disforia", la historia se cuenta desde múltiples puntos de vista que varían en función del personaje en el que se vaya centrando. Esto que en muchas veces resulta confuso, aquí fluye de manera absolutamente natural y sin que apenas nos vayamos cuenta. Seremos, por tanto, la cámara cinematográfica que se va moviendo por la escena recreándose en cada detalle, en cada pequeño gesto o movimiento que pueda alterar al discurrir de los acontecimientos.

Y por si esto fuera poco, el terror de "Disforia" también afecta a toda la nación. Porque todos los acontecimientos que tendrán lugar en la casa, primero, y en el coche, después, no tendrían el sentido completo si no es pos una situación social y política que ha llegado a extremos radicales. ¿Puede nuestra actual sociedad llegar a tolerar de manera continuada algunas de las acciones que aquí tienen lugar? Los últimos acontecimientos están aun lejos de acercarse a lo que se plantea en la novela pero no lo resultan tanto como lo son en otras novelas de futuro cercano que nos parecen imposibles.

"Disforia" es una obra de terror claustrofóbica en muchos momentos, agónica en otros, emocionante en muchos pero, sobre todo, es un libro que te mantiene en tensión prácticamente constante durante sus cuatrocientas páginas que no se hacen nada largas. Y aunque la segunda mitad quizá no me resultó tan redonda como la primera, la sensación final de la obra es absolutamente magnifica. Esta novela permite nuevamente que el lector sufra mientras disfruta con los acontecimientos y ruega a quien mejor crea que nunca lleguemos a ver muchas de las cosas que el autor plantea.

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