Autor: Saladin Ahmed
Páginas: 400
Editorial: Fantascy
Páginas: 400
Editorial: Fantascy
Sin hacer apenas ruido y
sin un movimiento demasiado agitado aparentemente entre los
seguidores de la literatura fantástica es la manera en la que "El
Trono de la Luna Creciente" ha aterrizado en nuestro país. No
es menos cierto que su puesta en circulación ha llegado entre el
lanzamiento, dentro de la misma editorial, de los afianzados Brent
Weeks o Trudi Canavan (apenas un mes antes) o del británico Joe
Abercrombie (pocas semanas después), pero también que la novela
llega con la apostilla de "Novela ganadora del Locus a primera
novela" así como finalista de otros como los Nebula o los cada
vez más polémicos Hugo.
La verdad es que, leído
el argumento, "El Trono de la Luna Creciente" tiene muchas
papeletas para no destacar entre las novedades de las librerías. Sin
embargo, bajo esa aparentemente simple trama (que lo es) se esconde
una aventura de lo mas entretenida que juega con la ambientación como
su principal baza. Su autor, Saladin Ahmed, nos lleva a un imaginario
mundo situado en un entorno arábigo, con sus califas, sus mercaderes
y, como no, sus traiciones por el poder.
A lo largo de sus
cuatrocientas páginas conoceremos, inicialmente, al doctor Adoulla
(un viejo cazador de gules cansado de arriesgar su vida una y mil
veces) y su joven aprendiz, Raseed, quienes reciben la solicitud de
una antigua amante del primero de seguir unos asesinatos sospechosos e intentar encontrar sus culpables.
Esto nos permitirá, en primer lugar, conocer la situación política
y social de Dhansawaat, ciudad principal de todo el libro y,
posteriormente, llevarnos hasta la aparición del tercer protagonista
del libro, Zamia Badawi, una chica adolescente con el poder de
transformarse en león para defenderse de sus enemigos. Una vez
formado el grupo, el avance en las investigaciones les lleva hasta el
actual califa, más preocupado con la celebración de la noche más corta del año.
Tras un primer tercio de
libro de toma de contacto, la parte central se aleja de lo que
premeditadamente podíamos esperar dado el argumento del libro, ya que
la acción es escasa centrando el autor esfuerzos en que conozcamos
la cultura del resto de áreas que aparecen en el mapa inicial pero
que en ningún momento se pisan a lo largo de esta historia (¿quien
dijo inicio de trilogía?) y que nos servirán para futuros
acercamientos a este mundo inspirado por los relatos de "Las Mil
y una Noches". El final, además de cerrar de cierta manera la
trama principal de este novela, también deja las bases asentadas para
las confirmadas continuaciones.
A pesar de que mi
comentario pueda aludir a que el libro esta repleto de tópicos, la
ambientación y la ciudad están muy bien logrados, permitiendo en mi
caso perdonar las partes mas lentas que pudiera haber en ciertos
momentos y dejándome llevar por los personajes, las situaciones o los
conflictos de poder que me resultaron fascinantes. Los personajes,
tanto los principales como los secundarios, resultan lo
suficientemente interesantes como para que les prestemos atención y,
porque no, suframos un poquito con ellos, a pesar de ciertas situaciones ya conocidas.
En definitiva, "El
Trono de la Luna Creciente" parte de un argumento manido pero
con un encuadre árabe y desértico muy bien relatado que gana enteros
con la lectura pero que apenas es aprovechado en un pequeño
porcentaje al tratarse de una especie de introducción a este mundo
creado por Saladin Ahmed. Una novela altamente entretenida de narración fluida, máxime
si no te dejas engañar por las apariencias juveniles, y te adentras
en un mundo árido lleno de conflictos y traiciones.
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