"Canciones de amor a quemarropa", de Nickolas Butler

Título: "Canciones de Amor a Quemarropa"
Autor: Nickolas Butler
Páginas: 344
Editorial: Libros del Asteroide


En las antípodas, desde un punto de vista temático hablando, de lo que acostumbro a comentar en el blog, "Canciones de amor a quemarropa" llego sin apenas expectativas a mis manos. De hecho, los únicos avales que el libro tenia antes de comenzar la lectura son, por un lado, que ha sido editado por Libros del Asteroide, una interesante editorial independiente a cuyo catálogo siempre merece la pena echar un vistazo. Por otro, los incesantes comentarios que había ido leyendo por la red sobre este volumen, buena parte de ellos ciertamente positivos y que también han tenido su peso, por supuesto, a la hora de darle una oportunidad.

En esta, su primera novela, Nickolas Butler se da a conocer al gran público con un libro coral que aunque cuenta con cuatro (realmente cinco) protagonistas principales, todo el pueblo y zona rural donde se centra el argumento son actores principales en dar forma al retrato de la vida americana que se retrata. "Canciones de amor a quemarropa" se centra en las vidas de Henry, Kip, Lee y Ronny, cuatro muchachos del pequeño pueblo de Little Wing, en Wisconsin. Sus vidas han dado varias vueltas a lo largo de los años hasta situarlos en el momento de arranque de esta historia, justo cuando uno de ellos va a celebrar su boda. Será un momento de felicidad y reunión, aunque tantos años de relación continuada han hecho florecer en todos ellos algún rencor, algún problema aparentemente olvidado y envidias que vuelven a crecer a pesar, y por causa de, del tiempo transcurrido.

Todos ellos son protagonistas bastante extremos entre sí. Un músico conocido a nivel mundial y con una fama absoluta. Un vaquero de rodeo que tras un accidente queda maltrecho. Otro, un hombre de pueblo de toda la vida, que ha rechazado cualquier opción de salir de su tierra. Y, finalmente, un agente de bolsa que vuelve a Little Wing tras un gran éxito en los mercados. Para aportar una visión femenina, también tendremos capítulos desde el punto de vista de la mujer de uno de ellos, que ejercerá de necesario punto de gravedad para entender a unos u otros en sus decisiones.


Los episodios, de longitud variable, se relatan en primera persona centrándose en cada uno de los personajes protagonistas, y saltando temporalmente dentro de los mismos para entender el porque de muchas de las cosas que se van sucediendo: bodas, peleas, conflictos, idas y venidas... Afortunadamente, estos vaivenes temporales no quitan ritmo al transcurrir de los acontecimientos actuales. Unos acontecimientos que, sin embargo, apenas son trascendentes (en su mayoría, dado que en la parte final sí que pueden tener repercusiones) y esto es precisamente la parte buena y mala de "Canciones de amor a quemarropa", según el tipo de lector que acceda a ella. Todo la novela es un slice of life en sí mismo, es decir, un trocito de las vidas de estos personajes de las cuales vamos a ser testigos. Muchos de los momentos de los que seremos testigos serán triviales y nimios, mientras que otros cobrarán una vital importancia a lo largo de sus vidas. De la misma manera, el final del libro no es un final clásico, dado que su cierre es apenas la conclusión de este fragmento de la vida diaria en Little Wing en el que hemos podido ahondar.

Esta sensación final hace que "Canciones de amor a quemarropa" deje la falsa impresión de no ser una novela a recordar, aunque su lectura sea lo suficientemente interesante siempre que se acepte que en ciertos momentos no tendrán lugar acontecimientos de nuestro interés, y de que en muchos momentos solo seremos ese Gran Hermano que vigila la vida diaria de los protagonistas de la historia. Unos tipos, algunos con existencias mas normales que las de otros, que ven pasar sus vidas al mismo ritmo que nosotros vemos pasar las nuestras, con momentos mas cautivadores, otros mas tristes y otros que apenas suponen una muesca en nuestro día a día.

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