Autor: J.M. Guelbenzu
Páginas: 456
Editorial: Destino
Páginas: 456
Editorial: Destino
"Nunca ayudes a una
extraña" es una nueva entrega de la serie protagonizada por la
juez Mariana de Marco, escrita por el madrileño J.M de Guelbenzu y
que comenzara allá por 2001 con "No acosen al asesino".
Prolífico escritor con aproximadamente una veintena de novelas a sus
espaldas, algunas reconocidas con diversos premios, por mi parte se
trata del primer acercamiento a su literatura y, por ende, a la serie
protagonizada por la nombrada juez.
En "Nunca ayudes a
una extraña" varios de los aspectos mas interesantes de una
lectura de género detectivesco hacen acto de aparición para atrapar
el interés del lector desde casi el principio. En primer lugar, una
atracción personal latente desde la primera hasta la última página.
Los protagonistas: el periodista Javier Goitia, actualmente en paro,
que viaja en un tren a una conocida ciudad costera asturiana y la
propia Mariana de Marco, juez de profesión, con quien comparte tren
y cuya sensualidad despierta el interés de buena parte del género
masculino en el vagón de cafetería.
En segundo lugar,
evidente, la aparición de un cadáver que aparentemente se ha
suicidado cayendo desde su piso hacia la calle, donde los habitantes
del bloque se reúnen para descubrir que quien se encuentra bajo el
charco de sangre es una vecina suya conocida por todos y felizmente
casada con su marido. Pronto descubriremos que esta mujer era la
misma a quien Javier Goitia había salvado de una supuesta violación a
cargo de uno de los miembros de una de las familias con mas poder en
la zona. La relación es evidente, y es a partir de este punto donde
toda la novela echa a andar.
El tercer punto es el
aspecto propiamente político. Estamos hablando de una juez y un
periodista como protagonistas y de familias de poder, todos ellos
involucrados en suicidios, supuestas violaciones y asesinatos, por lo
que las influencias e injerencias desde todos los niveles incluyendo
la propia judicatura se muestran tal y como suponemos las personas de
a pie que creemos que suceden en el día a día de casos con alto
contenido social o con posibles efectos en futuros negocios. ¿Será
esto suficientemente para cambiar el rumbo de una investigación bajo
secreto de sumario?
Con todos estos
ingredientes, "Nunca ayudes a una extraña" se convierte en
una entretenida lectura no alejada de ciertos problemas de ritmo y de
repetitivos escenarios. Sin destapar información concreta, lo cierto
es que la trama apenas avanza desde el hallazgo inicial y mientras el
periodista sí realiza sus averiguaciones, la juez protagonista es
utilizada durante largos tramos como objeto sexual de la novela sin
la relevancia que se le puede suponer dado su cargo. Esta atracción
se vuelve recurrente a lo largo de toda la lectura, quedando resuelta
en prácticamente la ultima línea del libro.
Otro aspecto, supongo
proveniente de otras novelas de la serie y que no me convence es la
sustitución de los nombres de las ciudades costeras utilizadas por su
inicial y unos puntos suspensivos: G..., S... o V.... Son sitios
donde se sitúa la acción o a los que se hace referencia, y que no son
nombrados literalmente dado que su descripción no coincide
estrictamente con la realidad. Sin embargo, otras como Madrid si son
nombradas explícitamente sin ningún problema. Me da la sensación de
que el miedo a que cierto sector pueda pensar que la novela se
acerque, al menos en definición, al género fantástico, ha podido
tener algo que ver en esta decisión que, como digo, intuyo que
vendrá heredado de anteriores entregas y que en ocasiones entorpece la lectura.
"Nunca ayudes a una
extraña", a pesar de todo esto que comentaba, es una
interesante novela, entretenida, con una juez protagonista principal
que aquí comparte escenario al 50% con un periodista, y cuyo caso
criminal se ve muchas veces relegado a un segundo plano con la
relación que entre ambos va surgiendo. Un primer acercamiento a una
serie que no necesita de conocimientos previos para poder ser leída
desde esta misma entrega.
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