"Stumptown", de Greg Rucka y Matthew Southworth

Título: "Stumptown"
Autor: Greg Rucka y Matthew Southworth
Páginas: 168
Editorial: Planeta DeAgostini

Todavía recuerdo la sorpresa que supuso hace unos cuantos años la aparición de Gotham Central. Para mí fue la serie que me descubrió a Greg Rucka, y no es decir poco, ya que aquella colaboración con Ed Brubaker y Michael Lark hizo que desde entonces esos nombres sean en la mayor parte de los casos una garantía a la hora de decantarse por un cómic u otro. De esos momentos han pasado muchos años y editoriales y lo último que nos llega a nuestro país del bueno de Rucka es "Stumptown" con el largo añadido de "El caso de la chica que se llevo el champú (pero se dejó el mini)". Dejémoslo con su nombre corto aunque solo sea por la facilidad a la hora de saber de lo que estamos hablando.

"Stumptown" es básicamente una historia de detectives. En esta ocasión seguimos las aventuras de Dex, una joven mujer que vive de sus tareas de investigadora privada. Unas labores que la llevan en este punto a buscar a otra joven, llamada Charlotte, que se ha desaparecido sin dejar rastro aparente. Si su búsqueda llega a buen puerto su larga deuda con el casino de la ciudad desaparecerá. A la vez, somo testigos de su vida privada, donde vemos que comparte piso con su hermano pequeño a quien no puede dejar mucho tiempo a solas, sobre todo llegada la noche, pero del que apenas tendremos muchos más detalles.

Lo primero que viene a la mente una vez terminado este primero tomo de "Stumptown" es la falta de ambición que han tenido sus autores, ambos, a la hora de llevar a cabo esta historia. El exceso de conservadurismo provoca que la historia que aquí se nos cuenta pase a lo mas profundo de nuestra mente al poco de pasarla última página. Ojo, no se trata de un mal tebeo ni mucho menos. La historia esta bien contada, el dibujo resulta en general bueno, pero el problema radica en la nuca originalidad de la trama. Una mujer que busca a una chica desaparecida; posteriormente aparece en escena toda la familia del novio de la joven, incluyendo al padre, una especie de patriarca que busca lo mejor para los suyos, etc. Y, finalmente, una resolución de lo mas tradicional.

Greg Rucka no arriesga ni un ápice en contarnos una historia de lo mas resultona que, ademas, deja muchos flecos para futuras entregas. Por su parte, Matthew Southworth a los lápices cumple con su cometido, aunque alterna viñetas destacadas con otras mejorables. Quizá tenga algo que ver el color, ya que en uno de los extras aparece una historia en blanco y negro delos mismos autores donde el aspecto artístico es mejor que el de la propia trama principal.

Todo esto provoca que "Stumptown: El caso de la chica que se llevo el champú (pero se dejó el mini)" sea, en lineas generales un tebeo entretenido, que se deja leer, pero viniendo de quien viene, uno espera algo más a estas alturas. Más de lo mismo y sin despeinarse para completar un tomo que, sin duda, no pasará a la historia. Una historia en la que existe, al menos, un segundo volumen.

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