"Un minuto antes de la oscuridad", de Ismael Martínez Biurrun

Título: "Un minuto antes de la oscuridad"
Autor: Ismael Martinez Biurrun
Páginas: 320
Editorial: Fantascy

En este mes de febrero ha llegado a las librerías uno de los volúmenes más esperados de este comienzo de año. “Un minuto antes de la oscuridad” nace para muchos de nosotros con unas expectativas muy altas que puede provocar que alguno termine defraudado, aunque Ismael Martínez Biurrun siempre consigue cautivarnos con su literatura diferente y en ocasiones arriesgada que vuelve a hacer acto de presencia en este nuevo trabajo.

Para esta ocasión, el autor nos embarca en una historia aparentemente apocalíptica, centrada en un indeterminado numero de años en el futuro, y donde la premisa es la tantas veces comentada: un mundo donde casi nada es como era, y donde cualquier intento de normalidad es rápidamente apagado por la realidad de la situación, la población ha descendido en gran número, la tecnología falla continuamente, y la vida más allá de la M-30 madrileña donde se sitúa la acción es difícil por culpa de unos curiosos y reales enemigos: los hawaianos.

Sin embargo, a diferencia de otras novelas de similar intención, aquí nos olvidamos de temas nucleares tan recurrentes y de radiactividad que impida acercarse a ciertas zonas. Ismael centra toda la trama en los personajes de Ciro y su mujer, Sole, además de su hijo pequeño Pau. Y aunque en un principio pueda parecer que Ciro sea el protagonista al ocupar un mayor numero de paginas o una mayor carga argumental, lo cierto es que conforme avanzamos vemos como Sole adquiere una importancia suprema, vital, que nos lleva hasta la recta final de la lectura.

A nivel general, “Un minuto antes de la oscuridad” me parece que puede englobarse como un drama. Pero no un drama sin más, ya que en muchos momentos de tensión el terror se hace muy presente. Pero tampoco se trata de un drama con toques de terror, porque el elemento de ciencia ficción aparece hacia el centenar de páginas cambiando totalmente el rumbo de los acontecimientos. Y al igual que ocurría con “Mujer abrazada a un cuervo”, me encantan estas historias con una base real, con problemas reales, pero donde se utilizan recursos de otros géneros como la fantasía, la ciencia ficción u otros para dar ese toque diferencial al cóctel.

Es complicado avanzar detalles de la trama sin desvelar alguna de las sorpresas que van a ir apareciendo, ya que en apenas trescientas páginas Ismael no deja un momento para el descanso. Sólo se puede achacar cierta apatía por mi parte hacia la trama que primero conocemos, más orientada a lo detectivesco, y cuya mayor utilidad es permitimos conocer cómo es la vida en la zona aparentemente segura de Madrid. Como digo, esta parte de la novela es absorbida poco a poco por el resto de preocupaciones que asolan a nuestros protagonistas, y hace que en muchos momentos haya querido volver a otros lugares donde discurría la historia antes que terminar de conocer el final de esa trama.

“Un minuto en la oscuridad”, con todo lo dicho, es una novela muy ambiciosa para la cantidad de páginas que son. Ismael Martínez Biurrun aborda innumerables temas, algunos polémicos para ciertos sectores sociales, y casi todos los pasa de refilón para no detenerse en dilemas morales que aumenten el volumen. Esto como siempre, es cuestión de gustos el considerarlo un punto fuerte o débil pero personalmente me he quedado con ganas de conocer más sobre las motivaciones de los susodichos hawaianos.

Sea como fuere, la novela a nivel general funciona. Hasta la última palabra estaremos atrapados, más y más conforme avancemos en la lectura, hasta conocer el futuro de Ciro, Sole y Pau. Un futuro donde la búsqueda de la supervivencia puede llevar a algunos humanos, y otros no tanto, a tomar decisiones que nos sorprenderán y no nos dejaran indiferentes. La pregunta que nos queda al final es: ¿hay hueco para una continuación?

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