Título: "El último pasajero"
Autor: Manel Loureiro
Páginas: 448
Editorial: Planeta
Creo que es unánime la consideración
de que “Apocalipsis Z”, de Manel Loureiro, cambió para bien la impresión general
sobre la literatura nacional dedicada al género zombie. Tanto por como llego a
publicarse como por su posterior éxito, la novela del autor gallego ha sido,
es, y seguramente seguirá siendo todo un fenómeno de masas, máxime con todo lo
que se habla del futuro de la saga. Pasados aquellos libros (con un cierre no
tan excelso como su inicio), Manel Loureiro se embarca, y nunca mejor dicho, en
la tarea de salir del género de los muertos vivientes para dar el salto al público
más generalista, siempre sin abandonar la faceta de escritor de terror que ha
demostrado estos años.
Para ello, Planeta ha editado “El
ultimo pasajero”, donde Manel amplía sus límites en un libro cuya lectura,
desde un inicio, es complicada de soltar. Sobre todo por una primera mitad
fantástica, que nada tiene que envidiar a los más conocidos autores de bestsellers anglosajones y que consigue atraparte
con el objetivo de desentrañar el misterio tras el barco protagonista de la novela.
Una sucesión de persecuciones, asesinatos y enigmas al más puro estilo Dan
Brown que desemboca con nuestra protagonista y el resto de elenco de
secundarios en alta mar, donde descubriremos definitivamente los secretos del
viejo navío que en 1939 apareció a la deriva con únicamente un bebé a bordo.
Es en este punto, y a pesar de
que el libro está escrito con una narración con cierto ritmo, cuando “El último
pasajero” se me comenzó a hacer algo largo y pesado. Si hasta poco más de la
mitad me había sentido cautivado, es a partir de ahí cuando entran en juego
ciertas situaciones paranormales que, aunque esperadas, no me terminaron de
resultar del todo atractivas. Todo queda bien enlazado, y el final es del todo
digno para una historia del nivel que se muestra, pero el interés que
personalmente había conseguido labrarse en mi mente durante las dos primeras
centenares de páginas, pasa a un segundo plano con algunos “viajes”
temporales (no son exactamente eso, pero deberás leer el libro para
comprobarlo) que me crearon tanta confusión como a la propia protagonista, Kate, la
cual no conocerá su destino hasta la última página.
“El último pasajero” es, en
definitiva, un buen libro de entretenimiento. Con una fabulosa primera parte y
una segunda algo más pesada, la sensación general es que Manel Loureiro nos
dará alegrías a los seguidores del género del terror en próximas publicaciones,
cuando consideremos ésta la ópera prima de un autor hasta ahora encasillado en unos
muertos vivientes que pasaron definitivamente a mejor vida. Con todo, es de agradecer a Planeta y a Manel el editar un libro de estas características en los tiempos que corren. Y es que en muchas ocasiones, terror y autores nacionales es complicado que vayan de la mano en las editoriales importantes. Chapó por ellos, y que dure mucho tiempo.
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