Título: "Embassytown"
Autor: China Miéville
Páginas: 448
Editorial: Fantascy
Hablar de China Miéville es
hablar, con casi total seguridad, de uno de los autores que más popularidad ha
alcanzado en los últimos años. No solo en nuestro país, donde las editoriales
parecen pugnar por los derechos de las novelas del británico, sino fuera de
nuestras fronteras donde, año tras año, novela tras novela, consigue copar las
listas de más vendidos del género de la ciencia ficción, así como la de los
libros y autores premiados con los diferentes galardones más populares: Locus,
Hugo, etc.
Los lectores de habla hispana
seguidores de China recibíamos hace apenas unos meses doble ración de buenas
noticias. Por un lado, la mundialmente expandida editorial Random House
Mondadori lanzaba un sello de género fantástico y de ficción, Fantascy, donde
englobar a los autores que ya editaban (Paolo Bacigalupi, Terry Prattchett,
Brent Weeks, etc) así como a los nuevos “fichajes” literarios. En este segundo
grupo entró, entre otras, “Embassytown”, editada en su idioma original en 2011
y que suponía la segunda buena noticia de la que hablaba anteriormente.
Bajo el subtitulo castellano de “La
Ciudad Embajada”, la nueva obra que nos llega de China Miéville es un alarde de
imaginación y de pensamiento, de descubrir las fronteras del ser humano,
marcada en muchas maneras por la forma de expresarse en función de donde te
encuentres. En este sentido, el autor inglés nos sitúa en un planeta en el límite
de la zona habitable humana llamado Arieka,
donde residen originariamente los Ariekei.
Es aquí donde podemos encontrar “La ciudad embajada” lugar en el que se
asientan los colonos humanos, los cuales han generado a lo largo del tiempo a congéneres
(“Embajadores”) capaces de comunicarse con los habitantes del planeta. Será la
llegada de un nuevo Embajador y su discurso lo que inicie el conflicto central
de la trama de esta novela donde la manera de comunicarse entre seres es el eje
central, y de la que creo es mejor no desvelar nada, ya que el poder descubrir
por parte del lector todos los misterios de ese lenguaje al mismo tiempo que el
autor quiere que los conozcas es uno de los grandes aciertos de la novela y la
mejor manera de ir enganchándose pagina a pagina a la lectura.
A la vez que reconozco que he
disfrutado mucho leyendo las aventuras de la protagonista principal, Avice, también creo que China Miéville
utiliza un recurso que no considero imprescindible para que la novela hubiera
sido igualmente disfrutable. Y hablo de lo costoso que puede resultar el primer
centenar de páginas, lleno de palabras que definen objetos o lugares que podrían
haberse llamado de manera más cercana a como lo conocemos habitualmente. Quizá
esto también lo haga especial y diferente, pero también hará que este libro sea
etiquetado frecuentemente como ciencia ficción “hard”, echando a mucho público
hacia atrás, cuanto no es de lo más agresivo que se pueda encontrar en el
género.
Sea como fuere, lo cierto es
que “Embassytown” es una de las mejores lecturas de ciencia ficción que se
puede encontrar, con un trasfondo que va más allá de lo habitualmente
establecido, y cuya dificultad en el inicio de la lectura no debería echar a
atrás a aquellos lectores ávidos de una obra que permite disfrutar de
interesantes reflexiones sobre la comunicación, así como de una trama
propiamente adictiva por sí misma y cuya resolución es igual de atractiva.
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